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Sexta Edición

Año 5 Segundo Semestre 2014

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El propósito de Santiago: Ser hacedor de la Palabra

El propósito de Santiago: Ser hacedor de la Palabra

Introducción

Uno de los primeros pasos en la interpretación y aplicación de un texto bíblico es el de definir la estructura y el tema principal del libro que contiene el texto. Este paso es imprescindible para la correcta interpretación de un pasaje porque previene que la ideología o pre-entendimiento del intérprete lo lleve a ver significados y aplicaciones diferentes a la intención original del autor.

En el caso de Santiago, un repaso de los comentarios y la literatura muestra que no existe un consenso sobre la estructura de la epístola y menos sobre su tema principal. En su comentario magistral, Deiros dice: “Además, la carta de Santiago pertenece al género parenético, es decir, es una yuxtaposición de instrucciones concretas, aunque desconectadas entre sí, como se acostumbra en las colecciones de máximas. Se trata, pues, de una serie de temas sin mayor conexión aparente” (Deiros, 1992, pág. 28). Carro está de acuerdo que la carta es parenética (idea que proviene de Martín Dibelius1) e identifica tres temas principales: “animar a las iglesias, corregir los excesos y exponer la necesidad de tener en todo la sabiduría de lo alto” (Carro, 2006, pág. 186). Porter descubre también tres temas: “1)  Animarles en medio de su aflicción. 2) Corregir ciertos errores que se encontraban entre ellos. 3) Enseñarles cómo vivir en un tiempo de desánimo y aflicción” (Porter, 2003, pág. 9). Se puede observar que Carro y Porter están de acuerdo sobre los temas uno y dos pero difieren sobre el número tres. Támez, también identifica tres temas, pero totalmente diferentes: “la situación de opresión y discriminación, la opción de Dios por los pobres, y el llamado a la praxis e integridad” (Támez, 2008, pág. 77).

Los comentarios escritos en inglés muestran igual diversidad. Davids plantea que Santiago organiza los temas en un quiasmo,2 donde los primeros 25 versículos presentan varios temas dos veces, luego Santiago 1:26-27 formula un principio y el resto del libro amplía los mismos temas en el orden opuesto (Davids, 1982, págs. 25-26). Blomberg, apoyándose en el trabajo de Davids,  encuentra que el tema central de Santiago es “bienes materiales y pobreza” (Blomberg & Kamell, 2008, pág. 26). Después de un análisis cuidadoso de otras opiniones, Moo opina que “la integridad espiritual” es la esencia de la carta (Moo, The Letter of James, 2000, pág. 46). McKnight también provee un análisis de las diversas opiniones de comentaristas y rechaza los intentos de “imponer” una estructura donde no hay ninguna, adoptando un esquema que simplemente denomina los temas en el orden en que aparecen en la carta sin optar por uno o más “temas principales” (McKnight, 2011, págs. 52-55).

Guthrie y Taylor proveen un análisis literario de Santiago, enfocándose en la figura retórica de inclusión3 y en las transiciones entre pasajes. Ellos concluyen que la carta tiene una estructura compleja e intencional. Identifican un conjunto de temas que giran alrededor del contraste entre la sabiduría divina y la del mundo (Guthrie & Taylor, 2006, pág. 703). En su artículo sobre la estructura de Santiago, Varner critica el análisis de Guthrie y Taylor, llamándola “über analysis4(Varner, 2011, pág. 116). Varner aplica la técnica lingüística de análisis del discurso a Santiago, e identifica el texto entre 3:13 y 4:10 como la “cima” del discurso y provee un esquema que demuestra su opinión de que toda la carta gira alrededor de “seguir la sabiduría de Dios y convertirse en amigo de Dios” (Varner, 2011, pág. 128).

Este resumen muy breve de unos pocos ejemplares de la literatura reciente sobre Santiago muestra la realidad lamentable de que no existe un consenso sobre cuál es la estructura de la carta y su tema central. En este artículo se presentarán unos datos de una investigación sobre el texto griego de la carta que arroja algo de luz sobre el asunto y ayuda a enfocar la búsqueda del tema y de la estructura de Santiago en una forma distinta.

1. Martín Dibelius fue un famoso teólogo alemán del siglo XIX, quien escribió un comentario sobre Santiago que sugiere que la epístola es una colección de exhortaciones desconectadas entre sí.

2. Un quiasmo es una estructura donde el primero y el último tema concuerdan, el segundo con el penúltimo, y así sucesivamente (ABCBA).

3.Inclusión es una figura literaria/retórica en la que el autor encierra un pasaje con la misma palabra o expresión al comienzo y al final del mismo.

4. Expresión en alemán que identifica un análisis que es demasiado complejo.

Una manera de medir el énfasis sobre los temas en Santiago::

La edición crítica número 27 de Nestle-Aland del texto griego de Santiago contiene 1743 palabras. El primer versículo de la carta contiene 15 palabras, pero es una introducción epistolar y no abarca ninguno de los temas de Santiago. Quedan 1728 palabras que están distribuidas entre la exposición de los varios temas de la carta 5. Los versículos 2-4 tratan el primer tema: “pruebas” y contienen 32 palabras. Los versículos 5-8 tienen que ver con “oración”. Estos versículos contienen 54 palabras en el texto griego. Al examinar toda la carta, es posible sacar la cuenta del número de palabras que cada tema contiene. El resultado de este conteo está resumido en la siguiente tabla.

SANTIAGO
RESUMEN DE CONTEO DE PALABRAS SEGÚN TEMA

Azul

Hacedor de la Palabra

Azul claro

Bienes materiales

Rojo

Lengua

Marrón

Oración, Sabiduría

Amarillo

Pruebas, Tentación, Paciencia

16654265432
216200173762
1639424513889
10114101
3132
TOTAL586348434330183

 

A continuación se presenta una representación gráfica de la información en la tabla. Los números al lado del eje vertical son el número total de palabras y los colores tienen el mismo significado en cada representación visual.

Al representar estos datos en forma lineal, se ve así.

En este dibujo, la franja verde y las líneas verticales marcan el número de palabras. La franja negra en la parte superior muestra la división en capítulos y las líneas de color demuestran la extensión de cada tema en el orden en que aparecen en la epístola. Los colores en el dibujo tienen el mismo significado que tienen en la tabla.

Estas tres representaciones del conteo de palabras muestran los mismos datos en tres formatos visuales. Los datos muestran que el autor usó más palabras para exponer el tema “hacedor de la Palabra” (34% del número total de palabras, aproximadamente) que para exponer cualquier otro tema.

5. Según el análisis de este estudio, algunos temas coinciden en parte. En otras palabras, un versículo transicional puede ser contado como parte de dos temas.||||

Cómo se denominaron los temas::

Debido a la gran diversidad de temas sugeridos en la literatura, es necesario proporcionar una explicación acerca de cómo se denominaron los temas en esta investigación. La primera cosa para notar es que, debido a la naturaleza de esta investigación, fue necesario denominar los temas en Santiago usando las mismas palabras que aparecen en la carta, a diferencia de muchos de los comentarios y artículos citados en la introducción, que resumieron los temas bajo títulos que no usan las mismas palabras de la epístola. Por ejemplo, en su comentario ya citado, Elsa Támez resumió el tema “hacedor de la Palabra” bajo el título “el llamado a la praxis e integridad”; el tema “riquezas” con la frase “la opción de Dios por los pobres”; y el tema “pruebas” con “la situación de opresión y discriminación”. Evidentemente, su selección de palabras para denominar los temas refleja su compromiso con la “teología de la liberación”. Para esta investigación se intentó minimizar el impacto de los compromisos teológicos para así permitir que sea el mismo texto bíblico quien establezca la agenda.

Porter y Carro, en sus comentarios ya citados, expusieron la temática de Santiago con frases que expresan lo que ellos consideran el propósito del autor. Por ejemplo, usaron las frases, “animar a las iglesias” y “corregir los excesos” como temas principales de la carta. El desarrollo de sus comentarios sobre la epístola da a entender que la primera frase es lo que ellos disciernen como el propósito de Santiago en los pasajes que hablan de soportar pruebas y tentaciones empleando oración y sabiduría. La segunda frase trata los pasajes que exhortan a los destinatarios a ser hacedores de la Palabra, y a usar bien la lengua y las riquezas. Otros comentaristas usaron básicamente los mismos términos que usa esta investigación. ||||
Cómo se denominaron los temas::

Es necesario explicar cómo se establecieron los límites de los pasajes dedicados a cada tema, porque esta es el área de la investigación donde más subjetividad puede entrar en la interpretación de los datos y porque no todos los autores citados están de acuerdo sobre la extensión de cada tema. La tabla que se presenta a continuación muestra los temas en el orden en que aparecen en la carta (los colores mantienen el mismo significado que en las tablas anteriores).

Los temas “Bienes materiales” (“Riquezas” en la representación lineal) y “La lengua” no están controvertidos; virtualmente todos los comentarios están de acuerdo que estos son dos de los temas de Santiago y que aparecen en las citas anotadas en esta investigación.

ReferenciaTema# Palabras
Saludo epistolarNinguno 1:115
Introducción1Pruebas, tentaciones, paciencia 1:2-432
2Oración, sabiduría 1:5-854
3Bienes materiales 1:9-1154
4Pruebas, tentaciones, paciencia 1:12-1662
5Oración, sabiduría 1:17-1837
6Lengua 1:19-2026
7Hacedor de la Palabra 1:18-27166
8Lengua 1:2617
Cuerpo9Bienes materiales 2:1-13200
10Hacedor de la Palabra 2:14-26216
11Lengua 3:1-14245
12Oración, sabiduría 3:13-4:3138
13Hacedor de la Palabra 3:18-4:10163
14Lengua 4:11-16114
15Hacedor de la Palabra 4:1710
16Bienes materiales 5:1-694
17Pruebas, tentaciones, paciencia 5:7-1189
18Lengua 5:1232
19Oración, sabiduría 5:13-18101
Conclusión20Hacedor de la Palabra 5:19-2031

 

El tema “Pruebas, tentaciones, paciencia” está separado en dos o más temas por algunos comentaristas. Las razones para tener estos tres pasajes  en amarillo bajo un solo tema es que las palabras en español “prueba” y “tentación” están traduciendo una sola palabra en griego:πειρασμός (peirasmos) que aparece en los temas #1 y #4; y el campo semántico de tres palabras griegas ὑπομονή (jupomone), μακροθυμία (makrothumia), y στενάζω (stenazo) que significan “paciencia firme e inamovible”, también aparece en los tres pasajes, en sus formas verbales y/o sustantivas.

El pasaje #5 (1:17-18) no está incluido por algunos con los otros pasajes del tema “oración, sabiduría”. Sin embargo, estos dos versículos están muy ligados con el pasaje #2 (1:5-8) porque en ambos Dios es el que da algo: (sabiduría en 1:5-8 y el nuevo nacimiento en 1:17-18).

Al examinar la representación lineal de los datos, se puede observar que el tema “hacedor de la Palabra” (color azul oscuro, pasajes # 7, 10, 13, 15 y 20) coincide en parte con otros temas. Por ejemplo, la primera vez que aparece el tema (1:18-27), comparte con Santiago 1:18 el tema “Oración” y comparte con Santiago 1:19-20 y 1:26 el tema “La lengua”. Para defender adecuadamente estos límites del tema “hacedor”, es necesario examinar el texto del pasaje.

18 Él, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.
19 Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse;
20 porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
21 Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.
22 Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.
23 Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural.
24 Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era.
25 Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.
26 Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana.
27 La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es ésta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo.
Santiago 1:18-27 (RV60)

En el centro del pasaje está el versículo 22 “…sed hacedores de la palabra…”. El uso frecuente de “palabra” en los versículos 18-23 es una indicación inicial de que estos versículos pertenecen al mismo pasaje. El contenido de 18-21 es una exhortación a comportarse de acuerdo al nuevo nacimiento: sin palabras apresuradas, inmundicia, ni malicia. Estos son ejemplos de cómo ser un “hacedor de la Palabra” y otro pasaje más adelante que está incluido en el tema ampliará esto (3:18-4:10). Los versículos 26-27 (conectados al versículo 19, que introduce el tema de “La lengua”), dan otro ejemplo específico de cómo ser “hacedor de la Palabra”: refrene su lengua y sea compasivo con los más necesitados. La palabra traducida “religión” en estos dos versículos: θρησκεία (threskeia) es poco común en el NT, pero su uso secular indica que el significado es “servicio santo con un énfasis sobre fervor en la práctica” (Balz & Schneider, 1994, pág. 2349), lo que confirma que estos versículos pertenecen también al tema “hacedor de la Palabra”.

El pasaje #10 (el segundo del tema “hacedor de la Palabra”) es el que trata el tema de que la fe sin obras está muerta, y se puede decir con certeza que no existe en la literatura controversia sobre la inclusión de este pasaje en el tema. El pasaje #13 (el tercero del tema “hacedor de la Palabra”) comparte unos versículos con el tema anterior (pasaje #12 del tema “Oración”). Otra vez es necesario examinar el texto del pasaje.

3:18 Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz.
4:1¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros?
2 Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.
3 Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.
4 ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
5 ¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente?
6 Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.
7 Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.
8 Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.
9 Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza.
10 Humillaos delante del Señor, y él os exaltará.
Santiago 3:18-4:10 (RV60)

En primer lugar, se puede observar que el pasaje anterior (#12, Oración, sabiduría, 3:13-4:3) empieza destacando la diferencia entre la sabiduría divina y la terrenal (3:13-17), después del cual aparece un versículo transicional: “Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz” (3:18). Esta transición introduce tres versículos que hablan de un ejemplo de sabiduría terrenal que produce envidia y celos y muestra que está acompañada por una forma de oración incorrecta. Por eso, es obvio que 4:1-3 pertenecen al pasaje anterior (Oración, sabiduría). Sin embargo, el versículo transicional (3:18) contiene las dos palabras “justicia” (δικαιοςύνη o dikaiosune) y “paz” (εἰρήνη o eirene). Estas dos palabras aparecen en Santiago precisamente en los pasajes que tienen que ver con ser “hacedor de la Palabra” (“justicia” en 1:20; 2:23; 3:18 y “paz” en 2:16 y dos veces en 3:18) y en ningún otro lugar en Santiago. El autor de esta carta habitualmente usa palabras clave para hacer conexión entre pasajes que tratan el mismo tema. El primero en notar esto fue Dibelius en su comentario en alemán en 1921. Blomberg afirma, “Con la excepción de oraciones que introducen o concluyen los pasajes identificados previamente, la mayoría de los versículos en Santiago contienen palabras clave de conexión” (Blomberg & Kamell, 2008, pág. 23). Así que, la presencia de las palabras “justicia” y “paz” en 3:18 y únicamente en otros pasajes que tratan el tema “hacedor de la Palabra”, es evidencia de que, para el autor, 3:18 es el inicio de este tema que va hasta el 4:10

El desarrollo de pensamiento a través del pasaje completo también demuestra unidad y coherencia. Para empezar, establece un principio: “el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz” (3:18). El hecho de que esto se aplica a los que hacen la paz es otra señal de que está introduciendo un pasaje sobre el tema “hacedor de la Palabra”. Los siguientes cuatro versículos (4:1-4) hablan de los que no hacen la paz ni con sus semejantes (4:1-3) ni con Dios (4:4) y de que el fruto de esa falta de hacer la paz es llegar a ser enemigo de Dios. El siguiente versículo (4:5) es el más difícil en Santiago, pero es probable que apoye y resuma lo anterior (lo envidioso del ser humano) e introduce lo que sigue (la provisión de gracia para la persona que se humilla ante Dios en arrepentimiento). Los versículos 6-10 muestran la solución al problema humano de la enemistad con Dios: humillarse ante él y someterse a su voluntad. En otras palabras, convertirse en un hacedor de la Palabra. En resumen, Santiago 3:18-4:10 es un pasaje que tiene coherencia y unidad y que adelanta el tema “hacedor de la Palabra”.

No existe un consenso acerca de los últimos dos versículos de la carta: (19 Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver,  20 sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados). Algunos piensan que no pertenecen a ninguno de los temas de Santiago, mientars que otros creen que son un resumen del mensaje en general. En esta investigación, están incluidos con el tema “hacedor de la Palabra” porque la esencia de extraviarse de la verdad es dejar de ser hacedor de la Palabra y la esencia de volverse del error es volver a ser hacedor la Palabra.

Hasta aquí, esta investigación ha mostrado que el autor de Santiago dedicó más palabras de la epístola al tema “hacedor de la Palabra” que a cualquier otro. Esto es una indicación de que para el autor, este tema fue el más importante. Obviamente no estamos diciendo que Santiago pensó en forma consciente “bueno, quiero enfatizar el tema ‘hacedor de la Palabra’, entonces voy a estar contando palabras para estar seguro de que gaste más en ese tema que en los demás”. De otra manera, la suposición es que el autor en forma inconsciente dedicó más palabras a la exposición de lo que él consideró central. Ahora vamos a investigar si hay otras indicaciones en la carta de que el tema “hacedor de la Palabra” tiene más importancia que los otros temas.

Las diferentes versiones muestran esa dificultad con traducciones diversas. Hay por lo menos cuatro problemas con este versículo: (1) aunque la mayoría de las traducciones dan a entender que Santiago está citando las Escrituras, no existe ningún versículo en el AT que diga algo semejante a 4:5b; (2) la palabra griega πνεῦμα (pneuma) tiene varios significados (Espíritu de Dios, espíritu humano, aliento, viento); (3) la palabra griega φθόνος (fthonos = envidia) siempre tiene una connotación negativa y pecaminosa y cuando Dios o el Espíritu muestran “celos”, siempre se usa otra palabra griega (ζῆλος); y (4) el sujeto del verbo griego ἐπιποθεῖ (anhela) puede ser el espíritu humano, el Espíritu divino o puede ser Dios (no expresado explícitamente). Puesto que la palabra normalmente traducida “Escritura” en este versículo significa un pasaje de algún documento y no siempre el Antiguo Testamento, sería posible traducir este versículo “O dice en vano el refrán que el espíritu [humano] que Dios hizo morar en nosotros se consume con envidia”.

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¿Jerarquía de temas?::

Es apropiado preguntar si existe alguna relación jerárquica entre los varios temas que aparecen en Santiago. En otras palabras, ¿existe un tema que se puede considerar la fuente de los otros? Por ejemplo, no es lógico pensar que el buen uso de la lengua produce también una actitud correcta hacia los bienes materiales (estos dos temas tienen poca relación entre sí), pero se puede pensar que alguien que es hacedor de la Palabra usará correctamente su lengua y sus riquezas. Es lógico pensar que el hacedor de la Palabra soportará pruebas y tentaciones, orará con fe, evitará peleas engendradas por celos y envidias, y manifestará la sabiduría de lo alto.

Es evidente que existe alguna relación entre uno y otro tema. Por ejemplo, a través de la carta se puede notar que el tema de soportar pruebas y tentaciones está siempre próximo al tema de oración y sabiduría divina. Sin embargo, si bien esos dos temas no tienen una relación obvia con el buen uso de la lengua o con el manejo correcto de bienes materiales, el tema “hacedor de la Palabra” sí se puede ubicar en el centro de los demás temas, indicando que los demás se derivan en alguna manera de “ser hacedor de la Palabra”. La posibilidad de ubicar el tema “hacedor de la Palabra” en el centro de los demás temas mostrando que todos fluyen de alguna manera de él, provee otra indicación que sea el tema principal del libro y el patrón de organización, como nos lo muestra visualmente el siguiente gráfico.

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La intertextualidad de Santiago::
Muchos han notado que Santiago no cita textualmente ningún versículo de los Evangelios , ni se refiere en forma directa a las palabras del Señor Jesús. Sin embargo, hay una estrecha relación entre la enseñanza de Santiago y la enseñanza del Sermón del Monte de tal forma que parece que Santiago estuviera contextualizando el mensaje del Sermón del Monte a una audiencia distinta. Cada cita en la siguiente lista muestra una aplicación del mensaje de alguna parte del Sermón del Monte: Santiago 1:2, 4, 5, 17, 22, 23; 2:5, 10, 11, 13; 3:12, 18; 4:2-3, 4, 8, 9, 11; 5:2-3, 6, 10, 12. Por ejemplo, Santiago 1:2 dice, “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas” y Mateo 5:11-12 dice, “Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros”. Santiago 1:4 dice, “Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna” y Mateo 5:48 dice, “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto”.  Santiago 1:5 dice, “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada” y Mateo 7:7-8 dice, “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá”. Y así sucesivamente.

Santiago discierne en la enseñanza de Jesús un principio y lo aplica a una situación diferente. Jesús exhortó a sus oyentes a sentir gozo en medio de persecución; Santiago amplió la exhortación para sus lectores a incluir el sentir gozo en medio de cualquier prueba. Jesús habló en general de llegar a la perfección, y Santiago fue más específico al mostrar que el hecho de soportar las pruebas con paciencia es lo que produce esa perfección. Jesús animó a sus oyentes a pedir, y Santiago aplicó ese principio a pedir sabiduría. En el Sermón del Monte, Jesús imparte una serie de enseñanzas prácticas sin un patrón obvio de organización o conexión entre ellos (igual que Santiago). Al final del sermón, Jesús da la comparación parabólica de dos hombres que construyen una casa: una en la arena y la otra en la roca. Una tormenta azota ambas casas, causando la destrucción total de la que estaba sobre la arena, mas la casa sobre la roca permanece firme. Según Jesús, el que construyó su casa sobre la roca es como “cualquiera… que me oye estas palabras, y las hace” (enfasis mío). Para Jesús, lo más importante no fue solamente oír sus enseñanzas sino ser hacedor de ellas. Para Santiago, también, parece que el centro de su carta es ser “hacedor de la Palabra”.

Es probable que la carta de Santiago haya sido escrita antes que los Evangelios, pero es seguro que ya existía una tradición oral y apostólica de las palabras de Jesús cuando fue escrita la carta.

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Cómo predicar y enseñar el libro de Santiago a la luz de la hipótesis de esta investigación::

El descubrir un buen candidato para el tema central de Santiago nos ayuda a organizar la diversidad de la carta para poder enseñar el contenido con más relevancia e impacto. Es necesario reconocer que Santiago provee varias enseñanzas sobre cada sub-tema, que cada sub-tema tiene una relación con el tema principal, y que la enseñanza total de Santiago sobre cualquier sub-tema abarca todos los pasajes que hablan de ese sub-tema a la luz del principio de ser “hacedor de la Palabra”. Por ejemplo, Santiago enseña cómo poner la Palabra de Dios en práctica en el área de las riquezas: los bienes materiales son efímeros y pasajeros (1:9-11); todas las cosas buenas vienen de Dios (1:17-18); no debemos mostrar acepción de personas basados en la cantidad de bienes que tienen (2:1-13); debemos ser cumplidos en el manejo de nuestras obligaciones económicas y no retener el dinero que debemos a otros (5:1-6). Un sermón o estudio bíblico fácilmente puede incluir estos tres pasajes para dar una enseñanza completa acerca de lo que dice Santiago sobre el tema de las riquezas. De igual manera, el tema de otra semana puede ser cómo llevar la Palabra a la práctica en el área de la comunicación verbal. Con frecuencia se escuchan sermones sobre el pasaje en Santiago que trata el uso de la lengua (3:1-14). Con lo descubierto en esta investigación, el maestro bíblico incluirá también los otros pasajes que tratan el mismo tema (1:19-20; 1:26; 4:11-16; 5:12), para entregar una enseñanza que capte todo lo que Santiago quiso comunicar al respecto. Al enseñar el libro, tendrá más sentido para las audiencias del siglo 21 estudiar un tema completo en un día, y otro tema completo otro día, de manera que la audiencia capte la enseñanza completa del autor sobre cada tema y tenga bien claro que “al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado” (4:17).

Santiago no es el único ejemplo bíblico de libros que tratan varios temas de esta manera. Otro libro semejante en el Nuevo Testamento es 1 Juan, y la manera temática de enseñar también funciona muy bien para ese libro. Parece que Juan escribió 1 Juan para ayudar al creyente a saber con toda seguridad que es salvo. 1 Juan presenta al lector con una serie de maneras de evaluar si es salvo o no y al igual que Santiago, Juan trata varias veces con cada pauta de evaluación intercalada con otras pautas. El predicador puede seleccionar las pautas similares que están presentadas en diferentes pasajes y unirlas en una sola enseñanza titulada: “Puede saber que es salvo si …”. Otro libro bíblico que el predicador puede exponer de esta forma es el libro de Proverbios, uniendo diferentes proverbios similares en una sola enseñanza para captar en su totalidad lo que Dios quiere decir acerca de ese tema en todo el libro.

Debido a la naturaleza de la disciplina de la hermenéutica bíblica, no es posible probar con una certeza absoluta que el tema central y el principio organizador de Santiago es ser “hacedor de la Palabra”. Sin embargo, existen por lo menos tres indicaciones que apoyan esa hipótesis: 1) la carta dedica más palabras a ese tema que a cualquier otro; 2) el tema “hacedor de la Palabra” parece ser la fuente de los otros temas; 3) Santiago parece contextualizar las enseñanzas de Jesús en el Sermón del Monte y en ese sermón, ser “hacedor de la Palabra” tiene también una importancia central. Finalmente, al aplicar lo descubierto a la tarea de predicar y enseñar el texto de Santiago, surge una manera de enseñanza temática que tiene un hilo conductor entre tema y tema que ayuda al oyente semana a semana a animarse a llevar la Palabra de Dios a la práctica en diferentes áreas de su vida. ||||
Bibliografía::

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Guthrie, G. H., & Taylor, M. E. (2006). The Structure of James. Catholic Biblical Quarterly, 64(4), 681-705.

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Támez, E. (2008). No discriminen a los pobres: Lectura latinoamericana de la Carta de Santiago. Estella: Editorial Verbo Divino.

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